domingo, marzo 15, 2020

El encierro - Día 0

Ayer  14 de Marzo de 2020 el presidente del gobierno español anunció las medidas tomadas  para indigar la propagación del Covid-19 en el territorio, inciando oficialmente la cuarentena general en todo el país.
En previsión de los anuncios que se iban a dar durante el día habiamos decidido durante la mañana el anular la invitación que habíamos hecho a unos amigos de venir a casa a comer. Iba a ser una velada multi-kulti: una pareja franco italiana, una italo-senegalesa y su hija; comida mexicana preparada por un franco-panameño excepto el postre italiano preparado por mi esposa francesa.
Los niños estaban invitados cada uno a un cumpleaños diferente por la tarde, anulados ambos. Es así entonces que antes que Don Pedro apareciera en las pantallas del país, ya nosotros habíamos efectivamente empezado nuestro encierro preventivo.
¿Y qué coño hacer con tanto tiempo?
Bueno... yo empecé por ocuparme de un par de mensajes electrónicos, llamé a mi viejo amigo Thomas -con quién había querido hablar desde hacía dos semanas-, toqué guitarra. Hablé con mi hermano menor quien me anunciaba que habían tomado la decisión de cancelar la boda y buscar una fecha posterior.
Después de comer leí un capítulo de "Danza de Dragones" y luego me dormí.  Volví a tocar guitarra sobre la mayor parte del album Youthansia de Megadeth.
Vi algo de televisión con los niños, conversé por Messanger con unos amigos italianos, preparé la cena. Instalé Google Translate en el móvil y jugamos a hacer conversaciones (sobre todo en japonés y sueco) hasta que se hicieron las  once y cada uno para su camita.

Lo de la boda es una gran decepción. Aun digo palabrotas en mi cabeza cuando vuelvo a pensar en eso. Como ahora mismo.
Mi hermano se iba a casar en abril en la ciudad de México y ésta iba a  ser la oportunidad para pasar tiempo con él por primera vez en seis años, conocer personalmente al cuñado, pasar tiempo en familia con mis padres, a quienes no vemos desde el 2017, cuando viajamos juntos a Nicaragua.
Mis hijos y yo ya teníamos los atuendos, los billetes de avión estaban comprados, los alojamientos reservados. Solo faltaba el vestido de mi esposa. En fin (palabrota).

Hay varios desafíos para los próximos días. Ocupar a los niños en actividades  educativas, sobre todo si la escuela tarda en enviarnos instrucciones, lecciones o tareas; evitar que pasen muchas horas viendo la televisión; evitar que terminemos ahorcándonos mutuamente.

Fuerza a todos. Y sigan las recomendaciones, que esta vaina va en serio.